“Realmente continua” significa que sucede en todo momento y que participa todo el personal.
Tradicionalmente muchas de las actividades de mejora en nuestras organizaciones son puntuales e incluso se hacen por lotes/proyectos.
Sin embargo la “mejora continua” es un proceso y por lo tanto no deberíamos tratarla muy diferente de cualquier otro proceso. Con un claro objetivo de crear flujo –eliminando el desperdicio y las barreras que lo impiden- y orientado a aportar valor al Cliente.
Si la dirección para la Mejora está clara, entonces hay que asegurarse de pasar de la estrategia a la operativa haciendo llegar para ello la necesidad de la mejora (vía despliegue de los Objetivos) al terreno de juego “real” que son los procesos e involucrando al personal operativo en la misma.
Es entonces a este nivel, cuando la Mejora se transforma en acción “real” en forma de ciclos continuos de mejora –PDCA- o ciclos de aprendizaje; donde se planifican pasos frecuentes y diarios, se ejecutan con prontitud y se evalúa el resultado de cada paso para traducir en aprendizaje.
Más velocidad implica más aprendizaje.
Aquí está el verdadero potencial de una organización, llegar con la mejora a TODOS LOS PROCESOS, a TODAS LAS PERSONAS y CADA DÍA. Sí has entendido bien, cada día la Mejora tiene que tener su hueco, aunque sea pequeño.
Esta es la VERDADERA MEJORA CONTINUA. No confundir con actividades de mejora “puntuales” que nunca van a conseguir crear una Cultura de mejora continua; no tienen la frecuencia ni el alcance suficiente como para transformarse en hábito.
¿Tiene tu organización un SISTEMA que permita y facilite esto?
Piensa de manera diferente y con visión global sobre la mejora continua. Podemos ayudarte en la transformación de tu Organización.
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