Desafortunadamente, desear crear nuevos comportamientos explicando las cosas o tratando de convencer a las personas, realmente no funciona.
La explicación que hacemos puede ser perfecta, pero esto no hace cambiar nuestra manera de pensar, que ha sido construida a lo largo de los años.
Necesitamos la PRÁCTICA y dicha práctica tiene que ser “deliberada” si queremos que con la repetición acabe generando los HÁBITOS correctos que deseamos.
Se llega a cambiar a través de la práctica y no de la prédica. Por ello practica, practica, practica los comportamientos deseados de manera consciente y deliberada hasta incluirlos como hábitos.